La llamada
195 cm ancho x 96 cm alto
Acrílico sobre lienzo
Mi padre jugaba ajedrez. El ajedrez tiene unas normas muy claras, tiene un tablero muy definido, lo que puedes o no hacer, y sin embargo, aún es capaz de llenarte de sorpresas. Parece que entre esos cuadros negros y blancos los matices, pasan desapercibidos para la mayoría de nosotros, como ocurre prácticamente con todo hoy en día gracias a la polarización de las opiniones y al manejo mediático. Cuando vi la serie de Netflix " The Queen's Gambit" me enamoré de las sutiles pero intensas actuaciones, de la hermosa dirección de arte, y de lo disruptivo de su historia. Al verla, vi mi estilo presente de una u otra forma y supe que debía hacerlo. El manejo de las figuras geométricas que se fusionan de forma orgánica con su entorno, es para mi algo característico de mi estilo, y también de esta serie, donde los recuadros y el tablero se sobreponen sobre situaciones que no son para nada algo "convencional". Dicho esto, igual que Beth, empecé a ver recuadros y piezas por todos lados. Este cuadro representa para mí una mezcla de técnicas, una definición clara de mi estilo y una muestra de la capacidad que tiene el ser humano de ser meticulosamente metódico y asombrosamente impredecible al mismo tiempo.
195 cm ancho x 96 cm alto
Acrílico sobre lienzo
Mi padre jugaba ajedrez. El ajedrez tiene unas normas muy claras, tiene un tablero muy definido, lo que puedes o no hacer, y sin embargo, aún es capaz de llenarte de sorpresas. Parece que entre esos cuadros negros y blancos los matices, pasan desapercibidos para la mayoría de nosotros, como ocurre prácticamente con todo hoy en día gracias a la polarización de las opiniones y al manejo mediático. Cuando vi la serie de Netflix " The Queen's Gambit" me enamoré de las sutiles pero intensas actuaciones, de la hermosa dirección de arte, y de lo disruptivo de su historia. Al verla, vi mi estilo presente de una u otra forma y supe que debía hacerlo. El manejo de las figuras geométricas que se fusionan de forma orgánica con su entorno, es para mi algo característico de mi estilo, y también de esta serie, donde los recuadros y el tablero se sobreponen sobre situaciones que no son para nada algo "convencional". Dicho esto, igual que Beth, empecé a ver recuadros y piezas por todos lados. Este cuadro representa para mí una mezcla de técnicas, una definición clara de mi estilo y una muestra de la capacidad que tiene el ser humano de ser meticulosamente metódico y asombrosamente impredecible al mismo tiempo.
195 cm ancho x 96 cm alto
Acrílico sobre lienzo
Mi padre jugaba ajedrez. El ajedrez tiene unas normas muy claras, tiene un tablero muy definido, lo que puedes o no hacer, y sin embargo, aún es capaz de llenarte de sorpresas. Parece que entre esos cuadros negros y blancos los matices, pasan desapercibidos para la mayoría de nosotros, como ocurre prácticamente con todo hoy en día gracias a la polarización de las opiniones y al manejo mediático. Cuando vi la serie de Netflix " The Queen's Gambit" me enamoré de las sutiles pero intensas actuaciones, de la hermosa dirección de arte, y de lo disruptivo de su historia. Al verla, vi mi estilo presente de una u otra forma y supe que debía hacerlo. El manejo de las figuras geométricas que se fusionan de forma orgánica con su entorno, es para mi algo característico de mi estilo, y también de esta serie, donde los recuadros y el tablero se sobreponen sobre situaciones que no son para nada algo "convencional". Dicho esto, igual que Beth, empecé a ver recuadros y piezas por todos lados. Este cuadro representa para mí una mezcla de técnicas, una definición clara de mi estilo y una muestra de la capacidad que tiene el ser humano de ser meticulosamente metódico y asombrosamente impredecible al mismo tiempo.
Envío Internacional Gratis. Marco no incluido